El barbecho como herramienta para la conservación de aves esteparias

En el último post hablábamos sobre la importancia de los terrenos agrícolas como foco de biodiversidad, albergando multitud de especies, entre ellas, muchas aves esteparias. En este artículo analizamos como un adecuado manejo del barbecho puede convertirse en la principal herramienta para la conservación de aves esteparias. Para ello, se muestran sus efectos positivos en distintas especies de aves esteparias.

¿Qué es el barbecho?

Un terreno en barbecho es aquel que se deja sin cultivar, con el fin de que recupere la fertilidad. El barbecho sirve para que el suelo repose y adquiera de nuevo agua y los nutrientes naturales. Los terrenos en barbecho son particularmente importantes, ya que producen un aumento en la disponibilidad de alimento para las aves debido a la gran abundancia de invertebrados, herbáceas y semillas. Además, muchas especies disminuyen el riesgo de ser depredadas en estos terrenos.

¿Puede ser el manejo del barbecho una herramienta para la conservación de aves esteparias?

En un reciente estudio se han evaluado los efectos de diferentes tratamientos agrícolas en campos en barbecho sobre tres especies de aves esteparias con diferentes requerimientos en sus nichos ecológicos: el alcaraván común (Burhinus oedicnemus), machos de avutarda (Otis tarda) y la calandria común (Melanocorypha calandra) . Los resultados se han comparado con terrenos en barbecho sin tratar.

*A continuación se muestra un pequeño resumen del estudio y las principales conclusiones obtenidas.*

El área de estudio en el noreste de la península Ibérica estaba dominada por cultivos extensivos de cereal con cultivos intercalados con especies leñosas con pequeños parches de matorral mediterráneo y campos en barbecho. Los campos en barbecho se manejaron aplicando diferentes tratamientos agrícolas desde febrero hasta principios de abril (antes de la temporada de reproducción). Estos fueron:

Labranza

Reducción de la altura de la vegetación a unos 5-10 cm.

Reducción de la altura de la vegetación a unos 5-10 cm, con la adición posterior de herbicida pulverizado.

Sembrados de alfalfa.

Imagen 1. Manejo de terreno agrícola

Las aves fueron censadas en mayo con dos tipos de muestreo: uno en el que desde un punto fijo en el terreno se realizaba un conteo las distintas señales auditivas emitidas por individuos de las tres especies en un determinado intervalo de tiempo. El otro consistió en realizar un transecto en zig zag a través de los campos en barbecho detectando los individuos que se encuentran al paso. Los individuos detectados sirvieron para obtener datos sobre la abundancia de cada especie en la zona del estudio.

Se estudiaron tres tipos de variables que pudieran afectar a la presencia de las especies estudiadas: la estructura de la vegetación, la disponibilidad de comida y el paisaje.

Estructura de la vegetación: Se ha medido la estructura de la vegetación mediante el establecimiento de parcelas. En cada parcela se mide la altura media de la vegetación presente y el porcentaje de la parcela cubierta por la misma.

Disponibilidad de comida: se estimó la cantidad de ortópteros (insectos) presentes en los terrenos en barbecho mediante la realización de transectos, además de la disponibilidad de vegetables comestibles y semillas.

Paisaje: se analizó la composición y heterogeneidad del paisaje.

A pesar de la cantidad de estudios que muestran efectos positivos de la disponibilidad de barbecho en las aves de las estepas y las tierras de cultivo , el manejo de la estructura de la vegetación del campo se considera clave para mejorar la calidad del hábitat y detener la disminución de las poblaciones. Se evalúa cómo el uso de prácticas agrícolas comunes aplicadas en los campos de barbecho pueden aumentar la ocurrencia de tres especies de aves esteparias con diferentes requerimientos ecológicos.

El alcaraván fue la especie con mayores requerimientos en cuanto a estructura vegetal (prefiere zonas con escasa cobertura y baja altura). Esta preferencia ha sido previamente documentada y atribuida a un comportamiento anti-depredador vinculado a su falta de visión por encima del nivel de los ojos. Su orientación visual hacia abajo optimiza la búsqueda de alimento, pero requiere un campo visual amplio a nivel del suelo para detectar depredadores y presas. Los resultados indican que la reducción de la altura de la vegetación con aplicación de herbicida crea hábitats óptimos para la presencia del alcaraván común debido a la estructura de vegetación escasa y heterogénea producida por la combinación de ambas prácticas. Sin embargo, dado el impacto perjudicial de los herbicidas sobre la biodiversidad y el medio ambiente, no se recomienda el uso de prácticas relacionadas con herbicidas. Según los resultados, la labranza del terreno puede ser la mejor alternativa porque también promueve la vegetación escasa, facilita el camuflaje al exponer el color del sustrato y aumenta la accesibilidad a los alimentos al poder desenterrar invertebrados.

Imagen 2. Alcaraván común

Los machos de avutarda se beneficiaron de las restricciones en la altura de la vegetación, probablemente debido a sus necesidades de visibilidad para la exhibición y el cortejo. Son conocidas sus preferencias por territorios ricos en alimentos para cubrir los costos de las actividades de apareamiento. Se ha demostrado que las tierras en barbecho sin secar y el manejo moderado (por ejemplo, pastoreo moderado) proporcionan un equilibrio equitativo entre el alimento y la visibilidad para la avutarda. Las plantaciones de alfalfa tuvieron un efecto negativo en la avutarda, a pesar de que esta especie se beneficia generalmente de los campos de leguminosas, la sequía después de la fecha de siembra en algunos años del período de estudio pueden haber socavado la capacidad competitiva de la alfalfa, lo que ha llevado a que otras malezas dominen y produzcan una estructura similar. Por lo tanto, se recomienda el uso de un tipo de alfalfa adaptado a la sequía, u otras especies de leguminosas. Si bien los barbechos son áreas importantes de anidación y alimentación, los terrenos cerealistas también son un hábitat clave para la alimentación de las hembras avutarda y sus polluelos. Por lo tanto, la respuesta positiva de los machos avutarda a la reducción de la altura de la vegetación puede no conducir necesariamente a un mayor éxito reproductivo, y podrían ser necesarias diferentes estructuras de vegetación para cumplir con los requisitos de cada sexo.

La presencia de calandria común no se vio afectada por la estructura de la vegetación. Esto podría estar relacionado con su comportamiento generalista a escala de microhábitats, lo que permite que la calandria se reproduzca dentro de diferentes tipos de estructura de vegetación. Pero si que la ocurrencia de individuos de calandria y avutarda tendió a disminuir cuando la disponibilidad de tierras en barbecho alrededor de los cultivos fue mayor. Esto podría deberse a la dispersión de los individuos cuando la disponibilidad de hábitat adecuado es mayor (es decir, efecto de dilución).

Además, se podría esperar el efecto negativo de la diversidad de cultivos para especies especialistas en pastizales, favorecidas por paisajes homogéneos, sobre todo, para la avutarda. La presencia de calandria fue impulsada principalmente por el contexto del paisaje, lo que refuerza aún más la importancia de considerar los efectos del paisaje en los análisis a escala de campo.

La mejor solución de manejo para estas especies apunta a un mosaico de barbecho manejado por labranza o reducción de la altura de la vegetación. Se deberían aplicar estas técnicas un número limitado de veces (una o dos veces al año), antes de la temporada de cría. Este podría ser un buen incentivo para involucrar a los agricultores en la conservación de las aves esteparias, porque por lo general prefieren evitar el exceso de malezas y apoyar el manejo agrícola.

Este estudio no solo refuerza la idea de que las prácticas agrícolas se pueden utilizar como una herramienta de conservación para las aves esteparias y la biodiversidad en general, sino que también destaca los aspectos importantes de las estepas en peligro de extinción. Se deben comprender los mecanismos (refugio, visibilidad, disponibilidad de alimentos) mediante los cuales las prácticas agrícolas determinan la presencia de especies, ya que puede resultar útil al inferir conclusiones sobre otros sistemas, donde estas y otras prácticas agrícolas (por ejemplo, pastoreo de ganado) pueden ser necesarias para cumplir con los requisitos de las especies.

Sanz‐Pérez, A, Giralt, D, Robleño, I, et al. Fallow management increases habitat suitability for endangered steppe bird species through changes in vegetation structure. J Appl Ecol. 2019; 56: 2166– 2175.

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