¿Qué son los muladares?

Los muladares son zonas habilitadas por las administraciones para la deposición de cadáveres procedentes de la actividad ganadera. A los muladares acuden aves carroñeras y otros animales que eliminan los cadáveres del monte evitando así problemas derivados como la transmisión de enfermedades y la contaminación de las masas de agua cercanas.

Buitre leonado volando
Buitre leonado (Gyps fulvus) en vuelo

El papel de los muladares en España

En España los muladares tienen un importante papel en los montes. Los rebaños y cabañas de ganado pueden ocasionar un gran número de cadáveres que el entorno no es capaz de asimilar, por lo que pueden darse episodios de contaminación de ríos, acuíferos u otras masas de agua.

En los muladares se depositan cadáveres de ganado de forma controlada y segura, disminuyendo los riesgos de contaminación y transmisión de patógenos. Esto supone un aporte adicional de comida a buitres y otros carroñeros como milanos, córvidos, zorros, etc. El uso de los muladares a contribuido de forma muy positiva a la recuperación de aves necrófagas como el buitre negro, el alimoche común, el quebrantahuesos, y otras rapaces en peligro de extinción como el milano real (milvus milvus).

La península ibérica es el bastión de las aves carroñeras en Europa. España cuenta con la mayoría de los ejemplares de estas cuatro especies de aves carroñeras. Algunas de ellas gravemente amenazadas como el buitre negro (Aegypius monachus), el alimoche común (Neophron percnopterus) y el quebrantahuesos (Gypaetus barbatus).

Buitres leonados posados en la copa de un gran árbol
A pesar de ser aves rupícolas, los buitres leonados (Gyps fulvus) también usan las copas de árboles grandes como posaderos

Los muladares son positivos para la economía de esas zonas, a menudo con problemas de despoblación, puesto que atraen al turismo ornitológico a estos espacios para observar y fotografiar a los buitres desde un punto de vista único. Por otro lado, también pueden ser una herramienta de educación ambiental muy importante que enseña a la sociedad el importante papel de los buitres en el ecosistema, dejando atrás la mala fama que tenían las aves carroñeras años atrás.

No siempre el uso de los muladares para alimentar a las aves carroñeras estuvo permitido. A principios de este siglo, con la aparición de la enfermedad de «las vacas locas» se obligaba a los ganaderos a quemar o incinerar los cadáveres del ganado dejando a los buitres y otros carroñeros sin ese aporte extra de alimento.

Esta nueva normativa ocasionó alternaciones en el comportamiento de los buitres, afectó al desarrollo de los individuos juveniles y a la calidad de las puestas, y en consecuencia , supuso reducciones considerables en las poblaciones de las aves carroñeras.

Los muladares como instrumento de conservación

La existencia de los muladares y su papel como punto de alimentación suplementaria ha ayudado en gran medida a la recuperación exponencial de las poblaciones de buitre leonado, y son uno de los pilares para la conservación y recuperación de las otras tres especies presentes en la península, con poblaciones mucho más mermadas.

Buitre negro alimentándose de carroña
Buitre negro alimentándose de carroña

A día de hoy, el escenario futuro para los buitres en España es, al menos, esperanzador: La población de buitre leonado es numerosa y goza de gran estabilidad; el buitre negro y el alimoche, catalogados como vulnerables (VU) en el Catálogo Español de Especies Amenazadas, han frenado su declive; y la situación crítica del quebrantahuesos (catalogado en peligro de extinción) ya no lo es tanto, el número de individuos aumenta cada año y recoloniza lugares en los que hace décadas que desapareció.

Las medidas de conservación y recuperación establecidas han sido indispensables para llegar al escenario actual, entre ellas está la puesta en marcha de los muladares.

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