Los herbívoros tienen un función destacada en la configuración de los ecosistemas naturales. La presión ejercida por los herbívoros sobre la vegetación puede hacer desaparecer las especies o modificar las comunidades vegetales. El conocimiento actual ha permitido encauzar algunas iniciativas de gestión con la finalidad de modular la presión de los herbívoros en la vegetación de áreas protegidas donde existan especies vegetales amenazadas . Entre estas iniciativas destacan la limitación de acceso de ganadería doméstica a las reservas de flora, y el establecimiento de cercados para evitar la entrada de herbívoros silvestres. En áreas protegidas como los Parques Nacionales de la Península Ibérica encontramos una gran riqueza florística, con numerosos endemismos y especies amenazadas, las cuales sufren la presión herbívora, tanto de herbívoros salvajes como de la ganadería de las poblaciones adyacentes.
Los herbívoros juegan un papel primordial en la configuración de los ecosistemas. La comunidad actual de grandes y medianos herbívoros es el resultado de una agitada historia en la que encontramos extinciones, introducciones y reintroducciones. En la Península Ibérica los herbívoros mas destacados son ciervos, corzos, gamos, cabras montesas, muflones, rebecos… . A esta nutrida lista de herbívoros silvestres hay que añadir la importante cabaña ganadera, sobre todo de cabra y oveja. El establecimiento de cercados para evitar la entrada de herbívoros silvestres es una de las medidas más destacadas para evitar que estos herbívoros causen graves problemas en la conservación de especies vegetales endémicas o amenazadas. Existen cercados para proteger poblaciones reducidas de especies amenazadas, otros para permitir la restauración de formaciones vegetales singulares y otros para proporcionar poblaciones fuente de propágulos de ciertas especies especialmente sensibles a la presión de los herbívoros.
Distintos artículos sobre experimentos in situ en los mencionados cercados de exclusión han concluido los efectos positivos que estos tienen en las poblaciones vegetales:
En los ensayos que muestran los mencionados artículos concluyen que dentro de estos cercados las poblaciones de un determinado endemismo se triplica con respecto a una parcela no cercada cercana a estos. La zonas donde se sitúan estas parcelas se encuentran sometidas a una fuerte presión por parte de herbívoros tales como gamos, ciervos y muflones. Sin duda los cercados limitan y dificultan la entrada de herbívoros aliviando a especies amenazadas y permitiendo el desarrollo de las poblaciones.
Otra medida la cual puede suplir o combinarse con los cercados de exclusión de herbívoros es la conservación de especies protectoras como los arbustos espinosos. Se ha demostrado que estos arbustos son capaces de proteger especies vegetales más pequeñas creciendo alrededor de estas, y con ello, dificultando la consumición de estas especies por parte de los herbívoros.
Algunos artículos muestran como fuera de los cercados donde encontramos menor número de ejemplares de especies amenazadas debido a la presión herbívora, se han observado una mayor proporción de plantas refugiadas en los arbustos. Mientras que dentro de los cercados donde se multiplican las plantas en ambos ambientes encontramos más plantas sin protección de los arbustos