En España el conejo y la liebre son muy abundantes, jugando un papel indispensable en la pirámide trófica. El conejo común se extiende prácticamente por casi toda la península. Por otro lado, en España habitan cuatro especies de liebre distintas. En este artículo puedes aprender más sobre los lagomorfos ibéricos y las principales diferencias entre ellos.
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Características del conejo común
El conejo común (Oryctolagus cuniculus) es el lagomorfo ibérico más abundante y extendido por la península. Sus características físicas más destacables son sus largas y potentes extremidades traseras y sus grandes orejas. Su pelaje es de color grisáceo excepto la parte baja de la cola que es blanca.
El conejo se extiende por toda la Península Ibérica excepto algunas zonas del norte como Asturias y Cantabria donde es escaso. Las comunidades con más densidad de conejo son Madrid, Extremadura, Castilla-La Mancha, Murcia y Andalucía.
El hábitat más destacado del conejo son las áreas de matorral mediterráneo donde existan cultivos y el relieve sea relativamente llano. Los conejos necesitan establecer sus territorios en zonas con sustratos blandos donde poder excavar sus madrigueras.
El conejo destaca por su increíble capacidad reproductora, puede llegar a tener hasta doce camadas de crías al año. Viven en madrigueras organizados en grupos sociales. Así crean y mantienen las madrigueras más fácilmente, reducen el riesgo de ser depredados e incluso se organizan en labores de vigilancia.
Los conejos tienen un papel crucial en las cadenas y redes tróficas sustentando a multitud de especies.
Características principales de la liebre
Además del conejo, podemos encontrar otros lagomorfos en la península, este es el caso de algunas especies del género Lepus. En España podemos encontrar la liebre magrebí, la liebre europea, la liebre de piornal y la libre ibérica. Esta última es el lagomorfo más extendido en la Península Ibérica junto con el conejo común.
La liebre ibérica (Lepus granatensis) es la más pequeña de las cuatro. Sus características más destacadas son sus largas y fuertes extremidades traseras y sus grandes pabellones auditivos. El pelaje de la liebre ibérica varía, predomina el pelaje de color pardo amarillento y blanco en la zona ventral, además de sus características manchas negras en los extremos de las orejas.
La liebre ibérica se extiende por casi toda la península aunque es muy escasa en la zona norte estando ausente en Cataluña. Su hábitat es variado aunque sin duda prefiere espacios abiertos, combinando cultivos y áreas de matorral mediterráneo. Su dieta la componen principalmente las gramíneas, también frutos, tallos o cortezas.
La liebre ibérica presenta hábitos solitarios, pasa el día encamada y se alimenta durante la noche.
Principales diferencias entre conejo y liebre
- Tamaño. Las liebres son mayores que los conejos tanto en envergadura como en peso.
- Una de las principales características de los lagomorfos ibéricos son sus grandes orejas, sin embargo, las orejas de las liebres tienen un tamaño aún mayor que en los conejos. Además de una característica mancha negra en los extremos de los pabellones auditivos presente en las liebres y ausentes en conejos.
- Pelaje. En los conejos es de color grisáceo y muy homogéneo, excepto la parte baja de la cola que es blanca. El pelaje de la liebre ibérica varía, predomina el pelaje de color pardo amarillento y blanco en la zona ventral, además de sus características manchas negras en los extremos de las orejas.
- Crías. Las crías de los conejos (gazapos) y las crías de las liebres (lebratos) presentan un desarrollo distinto. Los gazapos nacen ciegos, sin pelo y sin apenas movilidad por lo que son muy dependientes de los adultos en sus primeros días de vida. Por otra lado, los lebratos nacen con pelo y muy desarrolladas, tanto es así, que en pocos días gozan de mucha independencia. Esto se debe a la diferencia en el periodo de gestación, en el caso del conejo es de un mes mientras que en las liebres se extiende hasta un mes y medio.
- Comportamiento. Los conejos forman grandes grupos sociales y viven en madrigueras, esto les permite crear y mantener las madrigueras, realizar labores de vigilancia y reducir el riesgo de depredación. Por otra parte, las liebres viven encamadas. Las camas son pequeñas depresiones que realizan las liebres en el terreno y a la intemperie. Permanecen en ellas la mayoría del tiempo consiguiendo pasar desapercibidas gracias al alto nivel de mimetismo con el ambiente.
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