El abandono de las actividades agrarias y ganaderas relacionadas con el bosque, así como el éxodo de la población rural y la consecuente crisis de la economía rural han provocado la ruptura del equilibrio agroforestal. Los ecosistemas forestales se encuentran dejados, empobrecidos y se está produciendo un aumento de la biomasa leñosa y matorral. Este hecho aumenta el riesgo de incendios forestales, convirtiendo los bosques en una gran fuente de combustible.
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La ganadería extensiva como «limpiadora» de los bosques
La gestión de los espacios forestales utilizando la ganadería extensiva, puede convertirse en una herramienta clave para la reducción biomasa y para el mantenimiento del combustible forestal, disminuyendo así el riesgo de incendio forestal, y manteniendo unos niveles de combustible que faciliten las tareas de extinción en caso de incendio forestal.
El mantenimiento, limpieza o desbroce mecánico del bosque son tareas imprescindibles en la prevención de incendios forestales, y estas acciones conllevan un elevado coste económico. Además de este ahorro
económico, la ganadería extensiva como método de reducción de incendios ofrece otros beneficios como la obtención de productos de calidad ecológica, conservación de razas autóctonas, fijación de la población al medio rural, mantenimiento de la biodiversidad. Si bien es necesario un equilibrio entre producción y conservación, adecuando la carga ganadera con la disponibilidad de recursos, respetando así la renovación
del medio, la ganadería extensiva utilizada correctamente puede convivir con la vegetación y la fauna silvestre como un elemento más del ecosistema.
¿Ha comenzado a ponerse en práctica esta medida?
Desde Bastión Salvaje, ya se han encontrado varios estudios donde empieza a ponerse en práctica este medida en la Península Ibérica. Por ejemplo, en zonas de Cataluña ya se estudia que especies de ganado son las que más biomasa forestal consumen y que especies vegetales son las más consumidas: Se ha puesto a prueba en diferentes puntos de la comunidad catalana, la utilización de rebaños de herbívoros para el control de la biomasa forestal y la prevención de incendios.
Esta iniciativa pretende mostrar a las administraciones, propietarios y a la sociedad en general que es posible realizar tareas de prevención de incendios forestales en zonas de montaña, con poco impacto ambiental y costes bajos. Se encuentran más iniciativas de este tipo en Francia (proyectos en colaboración con entidades catalanas) y en otros puntos de España. Además, empiezan a surgir iniciativas empresariales que ofrecen servicios de limpieza, mantenimiento y control de la masa forestal a través de la ganadería extensiva.
¿Qué especie de ganado es la más adecuada y que tipo de vegetación consume?
Según los estudios revisados, el rebaño caprino es el más adecuado en la reducción de la carga de combustible de los bosques, por sus características fisiológicas y su alimentación. Las especies consumidas por los rebaños según las observaciones realizadas son especies que se pueden encontrar en cualquier bosque mediterráneo, de forma que este método de gestión de combustible forestal puede ser extrapolado perfectamente a otros bosques.
Las especies ingeridas por el rebaño caprino que se han observado han sido: Carrasca (Quercus coccifera), esparto (Aphyllanthes monspeliensis), enebro (Juniperus Communis), romero (Rosmarinus Officinalis), tomillo (Thymus vulgaris), aliaga (Genista scorpius), sabina (Juniperus phoenicea), olivo (Olea europea), encina (Quercus illex) y pino carrasco (Pinus halepensis). Los rebaños realizan una doble función muy importante: reducen la biomasa forestal ayudando a reducir el riesgo de incendio y aportan carne para el consumo humano.
Fuentes:
Membrive, R., Pérez, A., Reñé, S., & Reyes, N. (2014). El papel del pastoreo en la reducción de la carga de combustible en los bosques de la Vall d’Alinyà.