En la Península Ibérica podemos encontrar dos especies de tortugas terrestres, las cuales son unas joyas de la biodiversidad ibérica y que se encuentran en grave peligro de desaparición. Estas dos especies son la tortuga mora (Testudo graeca) y la tortuga mediterránea (Testudo hermani). A simple vista parecen la misma especie, por lo que es muy común confundirlas. A continuación, se exponen algunas características y rasgos que pueden ayudar en gran medida a su correcta identificación y diferenciación.
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Características principales de la tortuga mora
El caparazón de la tortuga mora es abombado (espaldar), su coloración va de amarillenta a parda. Este caparazón esta compuesto por placas que presentan una coloración negra en los bordes y una mancha del mismo color en el centro de estas. La parte ventral del caparazón (plastrón) presenta la misma coloración amarillenta y negra extendiéndose por la parte central.
Las patas están cubiertas de escamas, y en los muslos traseros presentan un pequeño espolón de forma cónica característico de esta especie.
El tamaño de la tortuga mora no suele superar los 20 centímetros de largo y suele rondar el medio kilo de peso. Sin embargo, en algunas zonas como el Parque Nacional de Doñana se puede encontrar individuos cercanos al kilo de peso.
Respecto a su hábitat, la tortuga mora habita en zonas semiáridas llanas de matorral mediterráneo mezclado con campos de secano y con una insolación importante. Las poblaciones en la Península Ibérica se encuentran principalmente en el Parque Nacional de Doñana y el sureste peninsular (Murcia y Almería). Sin embargo, su área de distribución es pequeña ya que ronda los 3000 km2.
Las principales amenazas a las que se enfrenta la tortuga mora es la destrucción y fragmentación del hábitat, el tráfico ilegal de especies, su captura ilegal como animal de mascota, los atropellos, los incendios forestales, etc. Todo ello ha llevado a la especie a un importante declive siendo catalogada como Vulnerable (VU) en el Catálogo Español de Especies Amenazadas.
Características principales de la tortuga mediterránea
Al igual que la tortuga mora, la tortuga mediterránea presenta un caparazón abombado en su parte superior siendo más ancho en la parte posterior. Respecto a la coloración y su distribución es muy similar al de la tortuga mora en la parte abombada (espaldar). Sin embargo, en el plastrón la tortuga mediterránea presenta dos grandes bandas negras continuas y homogéneas (característica muy acentuada en la subespecie Testudo hermanni hermanni). Este color negro también se acentúa más en las placas del caparazón superior. La piel de sus patas esta recubierta de escamas al igual que muchas otras especies de tortugas terrestres.
La tortuga mediterránea presenta caracteres únicos como una uña cornea en el extremo de la cola y una mancha subocular amarilla, estos rasgos son muy útiles en la identificación de la especie.
El tamaño de los ejemplares de tortuga mediterránea puede abarcar desde los 15 hasta los 20 cm, siendo de mayor tamaño las hembras.
La tortuga mediterránea presenta una variedad de hábitats importante dentro de la zona mediterránea. La podemos encontrar en zonas de bosque y matorral mediterráneo, zonas de cultivo abiertas y soleadas, e incluso en sistemas dunares. Por otro lado, el área de distribución de la tortuga mediterránea en la Península Ibérica es muy escasa ya que solo la podemos encontrar en Cataluña (Girona y Delta del Ebro), además de la importante población balear (en Mallorca y Menorca). Se están llevando acabo intentos de reintroducción en alguna zona de la Comunidad Valenciana.
Las amenazas a las que se enfrenta la tortuga mediterránea son muy similares a las de la tortuga mora, destacando la fragmentación y el deterioro de su hábitat, los incendios que han afectado sus áreas de distribución y la captura y tráfico ilegal. Estas circunstancias han llevado a la tortuga mediterránea al borde de la extinción. La tortuga mediterránea esta catalogada como especie En Peligro de Extinción (EN) en el Catálogo Español de Especies Amenazadas.
¿Cómo diferenciar entre tortuga mora y tortuga mediterránea?
Las diferencias principales que encontramos entre ambas especies radica en los elementos córneos que presentan estos reptiles. La tortuga mora presenta un par de espolones córneos en la parte trasera de los muslos (uno en cada uno), estos espolones están ausentes en la tortuga mediterránea.
Sin embargo, la tortuga mediterránea presenta una especie de uña cornea muy similar a los espolones de la tortuga mora, pero en este caso situado en el extremo de la cola de los ejemplares de la especie.
Otras diferencias importantes entre ambas especies la encontramos en la coloración:
Por un lado, la tortuga mediterránea presenta unas bandas negras continuas en el plastrón muy marcadas. Esto también lo podemos observar en el resto de placas del caparazón donde el negro es más predominante que el amarillo. El espaldar y el plastrón de la tortuga mora también tiene coloración negra pero de una manera más irregular y menos extendida.
Por otra parte, algunos ejemplares de tortuga mediterránea se caracteriza por tener un mancha subocular en la parte posterior al ojo, generalmente de color amarillo que resalta sobre la piel oscura de la cabeza.
Podemos encontrar más diferencias entre las dos especies, pero más difíciles de percibir a simple vista. Es el caso de la primera placa vertebral del caparazón. En el caso de la tortuga mediterránea esta primera placa es más grande que la segunda placa vertebral. Al revés en el caso de la tortuga mora.
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