El lince ibérico (Lynx pardinus) es el felino más amenazado del sur de Europa. Estuvo prácticamente extinto hace pocos años. Sin embargo, en la última década gracias a innumerables esfuerzos, el lince ha comenzado a recuperarse y se aleja poco a poco de la extinción. Hoy en día se cuantifican unos 1100 ejemplares en el península ibérica. Este majestuoso animal hace de Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha y la mitad sur de Portugal sus principales bastiones en la península.
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Características principales del lince ibérico
El lince tiene el honor de ser el mayor felino del sur de Europa, se caracteriza al igual que muchos otros linces por sus ojos grandes, cabeza pequeña y patas largas en relación con su cuerpo, cola corta y orejas acabadas en punta por mechones de pelo negro comúnmente denominados pinceles.
El pelaje es leonado, más oscuro en la cabeza, el cuello y el lomo, y más claro en la zona ventral y extremidades, presenta manchas negras cuyo tamaño y disposición varía de unos individuos a otros. Las partes inferiores son de color blanco, a veces con manchas poco marcadas. Las orejas son negras al igual que los pinceles y con una banda grisácea en el centro. La cola muy característica es corta y termina en una banda negra. Los individuos machos son más grandes que las hembras pudiendo superar los 15 kilos.
Los linces habitan en áreas de monte mediterráneo entre 400 y 1.300 metros de altitud con formaciones vegetales mediterráneas (salvo algunas excepciones como es el caso de Doñana). El lince por lo general prefiere zonas donde predomine el matorral mediterráneo con abundantes roquedos, en formaciones puramente arbustivas o como sotobosque, es el factor de un hábitat más claramente seleccionado por el lince ibérico. Ambientes de los que hace uso el ser humano como son por ejemplo las zonas de cultivo e incluso las dehesas influyen negativamente en la presencia de este animal.
Además de la correlación positiva del lince con la abundancia de matorral, otro factor a tener en cuenta para encontrar linces en un ecosistema es la abundancia de conejos, ya que este lagomorfo supone casi en exclusividad la dieta del lince ibérico, de hecho, la disminución de conejos en determinadas zonas ha supuesto enormes dificultades para la subsistencia del lince ibérico.
Donde ver lince ibérico
El lince ibérico estuvo a punto de extinguirse a principios de siglo, quedando como últimos reductos para la especie el Parque Nacional de Doñana y el Parque Natural Sierra de Andújar en Andalucía. Gracias a las diferentes medidas y proyectos encaminados a la recuperación y reintroducción, el lince ibérico ha incrementado su área de distribución superando el millar de ejemplares censados recientemente.
Actualmente, los principales lugares donde podemos ver al lince ibérico son el Valle del Matachel en Extremadura; Doñana, Sierra de Córdoba y entorno del Guadalmellato, la Sierra de Andújar y Sierra Morena en Andalucía; y los Montes de Toledo en Castilla-La Mancha.
Estas áreas de distribución siguen ampliándose y ya se han avistado varios ejemplares en las provincias del sureste peninsular además de un aumento significativo de individuos en los enclaves ya enumerados.
Paralelamente al incremento de ejemplares de lince ibérico, el turismo de observación del emblemático felino se ha incrementado exponencialmente. Existen multitud de empresas dedicadas a la observación del lince ibérico a través de excursiones, tours fotográficos, hides de fotografía, etc. Los beneficios de tener linces en los montes mediterráneos se esta traduciendo en riqueza económica para los municipios de estas zonas.
¿Cuál es la mejor época para observar al lince ibérico?
La época donde puede resultar más fácil observar linces ibéricos es el invierno. Entre los meses de diciembre y enero tiene lugar el celo de la especie, los individuos adultos son más visibles ya que se centran en buscar a otros ejemplares para aparearse.
Otro buen momento para la observación del lince ibérico es bien entrada la primavera donde los cachorros de lince dan sus primeros pasos y sus madres gastan mucho tiempo en cazar presas para proporcionárselas a las crías.
Desde el punto de vista fotográfico, los hides hacen su agosto (nunca mejor dicho) en los meses de verano. Normalmente, estos escondites para fotógrafos utilizan pequeñas balsas de agua para atraer a los linces. Dada la dureza del clima mediterráneo en la época estival, es muy común que los felinos se acerquen a beber agua a estos puntos.