El eucalipto, concretamente la especie Eucalyptus globulus, es una de las especies forestales más extendidas y rentables en España. Además, el cambio climático favorecerá las condiciones ambientales para la presencia de la especie, que unido a los intereses económicos de la industria maderera, pone en riesgo la salud de los bosques autóctonos peninsulares y su biodiversidad.
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El origen del eucalipto en la Península Ibérica
La idoneidad del género en las condiciones ecológicas del sur de Europa, su alta tasa de crecimiento y los usos potenciales de la madera llevaron a la plantación de eucaliptos en terrenos forestales y al aumento paulatino de las plantaciones. Sin embargo, la mayor expansión de las plantaciones de eucalipto en Europa ocurrió a mediados del siglo XX y fue impulsada principalmente por la demanda de pulpa de madera para producir papel. En la actualidad, las plantaciones de eucalipto en el sur de Europa ocupan una superficie aproximada de 1,3 millones de hectáreas, principalmente en la Península Ibérica (más del 80%).
En la actualidad, E. globulus es la especie de rápido crecimiento más extendida en España, se encuentra principalmente en cuatro comunidades autónomas del norte de España (Galicia, Asturias, Cantabria y Euskadi). E. globulus ocupa una superficie total de 389033 ha en las cuatro comunidades autónomas. Los eucaliptos son una de las especies arbóreas comerciales más importantes en términos de producción de madera en esta zona.
La alta tasa de crecimiento y la rentabilidad han llevado a que la especie sea fuertemente promovido por algunos propietarios y empresas de celulosa. Además, las plantaciones generan empleo y riqueza en las zonas rurales y son muy eficientes como sumideros de CO2 atmosférico. Sin embargo, la plantación de eucaliptos ha sido fuertemente criticada por los conservacionistas debido a sus impactos ecológicos.
La alta rentabilidad de las plantaciones comerciales de E. globulus ha llevado a algunos propietarios de bosques a talar parches de bosque autóctono para la reforestación con eucaliptos, lo cual está asociado a importantes impactos ambientales.
¿Cuáles son las condiciones óptimas para el desarrollo del eucalipto?
Eucalyptus globulus es muy flexible con respecto a las características del clima y el suelo. Las áreas más adecuadas para la especie se caracterizan por climas suaves y templados con precipitaciones anuales superiores a 400-500 mm con estación seca de hasta tres meses, pero no sequía severa. La mayoría de las plantaciones se han establecido en regiones con precipitaciones anuales superiores a 500-600 mm y una temperatura media anual de 14 ± 4 ◦C. Las áreas en la que se plantan estos árboles no deben ser propensas a las heladas, ya que la baja temperatura es una de las principales limitaciones para la presencia de la especie. Estudios previos realizados en el norte de España también han concluido que el éxito de E. globulus en esta zona se debe en parte a su tolerancia a suelos ácidos y bajos niveles de determinados nutrientes.
¿Favorece el cambio climático a los bosques de eucalipto?
El cambio climático ya es un fenómeno global impulsado por niveles crecientes de gases de efecto invernadero en la atmósfera. El aumento de las concentraciones atmosféricas de CO2 y otros gases de efecto invernadero afectarán el crecimiento y la supervivencia de las especies de plantas, así como su abundancia y distribución geográfica a través de cambios en el clima. De hecho, según las proyecciones del IPCC, estas regiones geográficas sufrirán un aumento gradual de la temperatura media anual (de entre 1,3 y 2,5 ◦C) junto con una disminución de la precipitación anual. Un clima cambiante también puede aumentar la incidencia de muchas de las amenazas a los bosques, como plagas y enfermedades, especies invasoras, incendios forestales, tormentas, sequías, etc …
En un reciente estudio, se realizaron modelos predictivos en los que se analiza si el cambio climático puede favorecer las condiciones de habitabilidad del eucalipto en el norte de España. Donde se contemplaron dos escenarios: uno moderado y otro más pesimista, y que muestran la evolución del hábitat adecuado para el eucalipto.
En este modelo se observaron dos variables que tienen una gran influencia sobre el hábitat del eucalipto como son: las variables climáticas y las pluviométricas. Las variables relacionadas con la temperatura son las características ambientales con los efectos más fuertes en la distribución de eucaliptos en el norte de España. Este hallazgo es consistente con hallazgos recientes sobre la ecología de esta especie en toda la Península Ibérica, que mostraron que las variables térmicas eran más importantes que las pluviométricas. La gran cantidad de precipitación en el norte de la Península Ibérica podría justificar la menor importancia de las variables pluviométricas que de las térmicas.
La superficie ocupada por eucalipto se ha multiplicado por 4,6 en los últimos 50 años (de 84323 ha en 1974 a 389025 ha en 2018). Así, la superficie ocupada por eucaliptos se ha incrementado en 11 veces en Galicia, bastante más que en otras comunidades. La cobertura actual de eucaliptos en el norte de España representa de media el 18% de la superficie boscosa de las cuatro comunidades autónomas estudiadas. De nuevo, el análisis de los datos de las cuatro comunidades autónomas reveló diferencias significativas, representando el 3% de la superficie boscosa de Euskadi, el 15% de Asturias, el 19% de Cantabria y el 24% de Galicia. La superficie ocupada por E. globulus en áreas protegidas alcanzó las 7840 ha en las cuatro comunidades autónomas, representando solo el 2% de la superficie total ocupada por la especie.
La leve disminución de hábitat adecuado en las tres comunidades autónomas que bordean el mar cantábrico parece deberse a variables relacionadas con la precipitación. Los patrones esperados de disminución de las precipitaciones invernales probablemente reducirán el hábitat adecuado de E. globulus en estas tres comunidades.
Además, las proyecciones del modelo bajo dos escenarios futuros diferentes de emisiones de gases de efecto invernadero revelan un aumento en el hábitat adecuado para el eucalipto. Este aumento varió entre 14% y 22% para 2050 y entre 18% y 34% para 2070, para los escenarios de cambio climático moderado y pesimista, respectivamente. A pesar del incremento global, se observan claras diferencias entre Galicia y las tres comunidades autónomas restantes . En Galicia, se esperan aumentos en el hábitat adecuado para ambos escenarios superiores al 30%. En las otras comunidades se prevé una estabilización del hábitat con pequeños descensos, salvo en Euskadi que también asciende bajo un escenario pesimista.
La superficie actual de hábitat adecuado para el eucalipto disponible en terrenos forestales es de 1203756 ha, pero esta especie ya cubre un área de 372870 ha. En la actualidad, 296356 ha del hábitat adecuado para eucaliptos están ocupadas por frondosas autóctonas. Las proyecciones futuras indican un aumento de este hábitat adecuado de 414705 ha para 2070 en el peor escenario de cambio climático, la mayoría ubicadas en Galicia.
La situación actual y el futuro hábitat adecuado para el eucalipto en las áreas protegidas varía sustancialmente entre las distintas comunidades autónomas. Actualmente, en Galicia, los eucaliptos ocupan 5032 ha en áreas protegidas. Sin embargo, el hábitat adecuado actual para E. globulus en estas áreas es de más de 67800 ha. Bajo escenarios de cambio climático moderado y pesimista, se espera que esta área aumente a más de 107900 ha y 122400 ha respectivamente para 2070. En el resto de comunidades autónomas, la superficie de hábitat adecuado de E. globulus en áreas protegidas es actualmente de 42592 ha, pero la superficie ocupada actualmente por esta especie en espacios protegidos es de 2807 ha. A diferencia de Galicia, se espera una reducción del hábitat adecuado en las áreas protegidas de estas comunidades, salvo en el horizonte temporal 2070 y en el peor escenario, para el que se prevé un incremento del 10%.
El papel de las autoridades en la gestión del eucalipto
Aunque una gran superficie está ocupada actualmente por eucaliptos en el norte de España, según este modelo predictivo, existe potencial para que la superficie siga aumentando. Por lo tanto, se prevé una expansión sustancial del hábitat adecuado sobre todo en el noroeste de España.
Aunque está prohibido por las leyes forestales regionales, la sustitución del bosque autóctono por plantaciones de eucalipto ha ocurrido con frecuencia. La razón principal de esta sustitución es la enorme diferencia en la tasa de crecimiento y las edades de rotación en comparación con la mayoría de las especies de frondosas autóctonas. Además, las autoridades forestales regionales han tenido recursos limitados para llevar a cabo un control efectivo que evite el establecimiento de plantaciones de eucalipto después de la tala de bosques autóctonos.
Si bien las condiciones climáticas futuras parecen favorecer la expansión del área apta para el eucalipto, esto no implica necesariamente el establecimiento de nuevas plantaciones. La legislación de los gobiernos regionales para controlar y regular la especie y los cambios socioeconómicos y las demandas del mercado jugarán un papel muy importante para limitar o revertir la expansión de la especie.
Actualmente, algunos espacios protegidos cuentan con normativas que prohíben el establecimiento de plantaciones de eucalipto, y algunas comunidades autónomas han prohibido el establecimiento de nuevas plantaciones de eucalipto dentro de los espacios incluidos en la red Natura 2000. En este sentido, una reducción paulatina del área cubierta por eucaliptos y la promoción de bosques autóctonos mejoraría la conectividad entre áreas protegidas y favorecería la heterogeneidad del paisaje.
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